A veces nos ocurren bastantes cosas buenas seguidas. Otras, nos pasan varias cosas desagradables en poco tiempo. En ese caso decimos que pasamos una mala racha. Vemos en las películas que los jugadores en un casino a veces continúan jugando y dicen “no lo dejo: estoy en racha” (sin darse cuenta de que desconocen cuándo va a terminar ese periodo de suerte y, si no paran a tiempo, perderán).
Hoy os propongo un experimento sencillo. Tiene dos fases:
1.- Escribe en una hoja de papel lo que te imaginas que resultará al lanzar una moneda al aire 50 veces. Es decir, apunta una secuencia de caras y cruces, tal como crees que saldrían realmente en 50 lanzamientos. En total tienes que tener 50 signos entre caras y cruces.
2.- Realiza, de verdad, el lanzamiento de la moneda 50 veces. O simúlalo con un generador de números aleatorios en la calculadora, el móvil o la hoja de cálculo. Apunta ese resultado.
Foto: tillwe/Flickr
Probablemente se aprecie diferencia entre ambas secuencias. La que has generado tú casi seguro que contiene menos símbolos seguidos de un tipo que la generada realmente al azar. Por ejemplo, es muy raro que tú escribas 5 cruces seguidas y, sin embargo, no es tan extraño que eso pase en el experimento. A unos cuantos símbolos iguales seguidos, en Estadística, se le denomina racha. A ese número de elementos iguales consecutivos se le llama longitud de la racha. El diccionario de la RAE da una definición que no es demasiado precisa, ya que indica que una racha es “breve” y esto no siempre es así (podemos tomar como ejemplo actual los días en los que la prima de riesgo crece, esa racha está siendo demasiado larga). Y, curiosamente, la Wikipedia no proporciona una definición. Sorprende, sobre todo, porque este término está introducido en el lenguaje coloquial: “Estoy pasando una mala racha” o en el deportivo “el azulgrana en plena racha goleadora…”
Tanto en el experimento aleatorio como en el “forzado por tu cerebro” el número de caras y cruces que has escrito habrá sido aproximadamente el mismo y, seguramente, cercano a 25 de cada tipo. Lo único que cambia es la distribución y el azar no tiene nada contra las rachas. Otra historia sería cuándo dejar de apostar si estamos “en racha” y en un casino. Cada lanzamiento es independiente de los anteriores: aunque hayamos obtenido 10 caras seguidas, que en el siguiente lanzamiento salga cara o cruz tiene exactamente la misma probabilidad, y eso hay veces que se olvida.
Simplemente por dejar constancia, ¿podéis incluir como comentario al post la longitud de la mayor racha que habéis obtenido en cada una de las dos fases del experimento?
Recordamos que podéis enviar vuestra solución al enigma vacacional hasta el 31 de agosto a grado361@cadenaser.com
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